by myself

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viernes, 14 de septiembre de 2012

El monstruo también se quiere enamorar.

Vivía encerrada en la profundidad, donde solamente escuchaba el silencio, mi voz interna y de vez en cuando algún pequeño animal (que desconozco) que animaba acercarse a mí. Ni siquiera los rayos del sol tocaban mi tez, ni siquiera el viento rozaba su briza en mí.... ni siquiera eso.
Vivía sola, encerrada, privada de mi libertad, privada de jugar en el pasto, apartada de correr en algún campo... vivía...pero sola.
Hasta que un día, vi lo azul que era lo que estaba sobre mí, y lo dulce que aquellos animales desconocidos con alas cantaban... Y fue ahí que, el monstruo decidió que debía salir de su encierro.
Debía ver lo azul que era eso, eso que estaba sobre mí, debía oír lo dulce que cantaban esos animales, debía saber lo que había más allá de mi propio encierro.
Y fue entonces, que decidí salir de mi propia oscuridad y lo vi. Aquello que pasaba enfrente mío, era tan perfecto, tan irreal. Nunca olvidaré mi asombro ante tal inmensidad.


El pequeño monstruo se había enamorado.

No titulo

La página se modificó, y hacía mucho que no escribía por acá, pero como dije la página cambió y un tanto parecido, es mi caso. Estoy buscando desesperadamente un cambio, una razón por la cual despertar, sonreír, compartir y vivir. Desesperada por conseguir finalmente un camino auxiliar que me lleve directamente hacia la felicidad absoluta. Necesito de una respuesta, un por qué de lo que me sucede.
Sin embargo acá estoy... desesperada por intentar cambiar y me doy cuenta de que con el intento desesperado voy a conseguir nada y la prueba de esta teoría soy yo misma, sentada escribiendo mis pensamientos idiotas con un teclado y escuchando a Pavarotti con Bono de fondo.